Nikola Tesla. © Museo de Nikola Tesla, Belgrado, Serbia |
Fundación Telefónica.
calle Gran Vía, 28, entrada por la calle Fuencarral, 3, 28004, Madrid
El inventor norteamericano de origen serbio Nikola Tesla (Smiljan, zona de mayoría serbia de la actual Croacia 1856-Nueva York, 1943) es una figura fundamental de la historia del progreso. Podemos afirmar que sus descubrimientos, inventos, aportaciones y vaticinios permitieron el desarrollo de la civilización eléctrica en la que todavía vivimos. Tesla concibió la corriente alterna y la radio, también fue pionero en tecnologías visionarias para su época como la robótica, los aviones de despegue vertical, las armas teledirigidas, las lámparas de bajo consumo, las energías alternativas o la transmisión inalámbrica de electricidad… Y sin embargo, tras caer en desgracia en los albores del siglo XX, murió y residió en el olvido hasta los albores de nuestro siglo XXI.
Resulta incomprensible, dada la enorme trascendencia de su trabajo, comparable a la de sus rivales Thomas A. Edison y Guglielmo Marconi, ambos por cierto aficionados a husmear en sus patentes. Tesla, epítome del genio romántico, obsesionado con su trabajo y poco dado a los asuntos mundanos, tuvo mala suerte en los negocios y perdió el mérito histórico de sus contribuciones a favor de otros inventores más hábiles comercialmente hablando. A la postre, el nuevo capitalismo surgido de la Segunda Revolución Industrial desconfió de aquél que no se había hecho rico con sus inventos y lo relegó a la soledad de una habitación del hotel New Yorker. Allí murió Tesla, que había pasado de ser un atractivo y brillante científico europeo a un viejo que daba de comer a las palomas y mascullaba locas ideas sobre un futuro inalámbrico.
El inventor norteamericano de origen serbio Nikola Tesla (Smiljan, zona de mayoría serbia de la actual Croacia 1856-Nueva York, 1943) es una figura fundamental de la historia del progreso. Podemos afirmar que sus descubrimientos, inventos, aportaciones y vaticinios permitieron el desarrollo de la civilización eléctrica en la que todavía vivimos. Tesla concibió la corriente alterna y la radio, también fue pionero en tecnologías visionarias para su época como la robótica, los aviones de despegue vertical, las armas teledirigidas, las lámparas de bajo consumo, las energías alternativas o la transmisión inalámbrica de electricidad… Y sin embargo, tras caer en desgracia en los albores del siglo XX, murió y residió en el olvido hasta los albores de nuestro siglo XXI.
Resulta incomprensible, dada la enorme trascendencia de su trabajo, comparable a la de sus rivales Thomas A. Edison y Guglielmo Marconi, ambos por cierto aficionados a husmear en sus patentes. Tesla, epítome del genio romántico, obsesionado con su trabajo y poco dado a los asuntos mundanos, tuvo mala suerte en los negocios y perdió el mérito histórico de sus contribuciones a favor de otros inventores más hábiles comercialmente hablando. A la postre, el nuevo capitalismo surgido de la Segunda Revolución Industrial desconfió de aquél que no se había hecho rico con sus inventos y lo relegó a la soledad de una habitación del hotel New Yorker. Allí murió Tesla, que había pasado de ser un atractivo y brillante científico europeo a un viejo que daba de comer a las palomas y mascullaba locas ideas sobre un futuro inalámbrico.
La exposición Nikola Tesla: suyo es el futuro, comisariada por Miguel A. Delgado y María Santoyo, no recupera la figura de Tesla, sino que se hace eco de la apabullante recuperación que han abanderado en la última década artistas, científicos, internautas, blogueros, museos, empresas y entidades de todos los rincones del mundo. Desde un creador de videojuegos norteamericano hasta una videoartista croata, desde un director de cine de animación serbio a un coreógrafo holandés, ingenieros y raperos, empresarios de la automoción de lujo y cantantes folk, grafiteros y magos, actores, performers, escritores, ecologistas… Todos ellos tienen algo en común: admiran profundamente a Nikola Tesla y han querido rendirle tributo o preservar su memoria de una forma u otra. Parece que Tesla, tal vez por sus rasgos entre románticos y mesiánicos, se ha convertido un icono de la cultura actual. Esta exposición analiza los porqués y expone los cómos, pero también presenta a Tesla en su dimensión fundamental: la científica, además de tomar su propia voz para describir su asombrosa trayectoria.
En el enlace podrás encontrar más información de la exposición, infografías, noticias, actividades paralelas y talleres. Exposición Nikola Tesla.
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