Un libro de experimentos y recetas para entender la química de los alimentos.
Aprender sobre lípidos y emulsiones preparando mayonesa, comparar la cantidad de fibra que contienen los ingredientes de una ensalada o descubrir cómo percibimos el sabor de los alimentos utilizando trozos de patata y hojas de menta son algunos de los experimentos que recoge Las moléculas que comemos (CSIC-Catarata), una guía didáctica pensada para dar a conocer la bioquímica presente tanto en los alimentos que ingerimos como en la forma de procesarlos.
El último volumen de la colección Divulgación explica qué son los azúcares, los hidratos de carbono, la fibra, las grasas, las proteínas, las vitaminas y los minerales y su función en nuestro organismo. Además, cuenta cómo estas sustancias proporcionan colores, olores, sabores y texturas a nuestra comida, repasa las reacciones químicas que se producen cuando cocinamos y llama la atención sobre las enfermedades relacionadas con la dieta. Por último, aborda algunos falsos mitos relacionados con la alimentación.
Estos contenidos van acompañados de recetas/experimentos identificados según el nivel educativo para el que son adecuados, así como de talleres que invitan a investigar en grupo o de forma individual sobre patologías como la hipertensión o la obesidad, elaborar una dieta saludable o reflexionar sobre la producción de alimentos de comercio justo. “Todas las personas comemos, la mayoría cocinamos, pero quizá no sabemos que en esa actividad tan cotidiana hay mucha ciencia, por eso nuestro objetivo es que tanto profesorado y estudiantes como familias exploren y disfruten en clase o en la cocina de casa”, comentan las investigadoras del CSIC Inmaculada Yruela e Isabel Varela-Nieto, coordinadoras del texto.
Para facilitar la labor docente, todas las actividades se ofrecen en versión bilingüe español-inglés. “Uno de nuestros objetivos es que esta publicación sea de utilidad en las aulas, por eso hemos trabajado tanto los textos como los experimentos y las recetas con un grupo de profesoras para que se adapten al currículo de educación primaria y secundaria”, informan las autoras.
Fuente: Las moléculas que comemos. CSIC.
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